miércoles, 11 de agosto de 2010

Fin de este Blog

Ante las exigencias del nuevo mundo me veo obligado a cerrar este blog. A partir de ahora leeme en:

lunes, 9 de agosto de 2010

Cine para pensar



El 3 de abril de 1967, Ron Jones, profesor de historia del Cubberley High School de California, realizó una recreación experimental de la Alemania Nazi. La idea, era explicar a los alumnos las condiciones bajo las cuales el pueblo alemán, aceptó el exterminio de millones de judíos. Años más tarde, Morton Rhue escribió la novela “La Ola”, tomando como punto de partida aquella experiencia real. En el 2000 la historia llegó al teatro con el musical “The Wave – The Musical” y en el 2008 el director Dennis Gensel recapituló todos estos hechos en un film que llegó a la pantalla grande.

En esta película, el actor Jürgen Vogel toma el papel de Rainer, un profesor alemán al cual se le asignó dar una clase sobre autocracia en la semana de proyectos. Los estudiantes, desarrollan en estos días un movimiento de carácter político con una organización similar a la de una dictadura. El grupo adopta como nombre “La Ola” y eligen un líder, un uniforme y un saludo. Comparten prácticas, gustos, se protegen entre ellos y avanzan hacia una etapa de expansión. El que antes se había sentido solo ahora se siente contenido, el débil se siente fuerte y aquel que había sido popular se siente marginado. A su vez, se eliminan las diferencias sociales, porque a partir de ese momento son todos iguales.

Al tercer día la ola comienza a invadir la ciudad. El logo del grupo llega a todas las paredes y los medios se comienzan a preguntar quienes están detrás de esto. Paralelamente, en el colegio, la repercusión aumenta ante el deseo de los miembros del grupo de mantener la organización, más allá de la semana destinada para el aprendizaje del tema.

En contraposición se comienzan a ver las resistencias. La locura, la pasión y el fanatismo se apoderan de los estudiantes hasta tal punto que se forma un verdadero ejército. Lo que en un principio parecía ser bueno, se comienza a convertir en peligroso. De todos modos, es destacable el alto nivel de organización que se alcanza en tan poco tiempo, donde cada individuo cumple su rol para que el conjunto funcione correctamente.

En un partido de water polo estalla la violencia y el profesor se ve obligado a detener el experimento. Sin embargo, parece que la ola está dispuesta a cubrir la ciudad y es imposible de detener.

Por medio de esta historia, el director nos hace ver que es posible una segunda versión del nazismo en Alemania. Vemos como un grupo de elite toma las riendas del poder y obliga a los demás a incorporarse por la fuerza. Las personas ya no se pertenecen sino que forman parte de una gran masa dispuesta a aplastarlo todo. Se comienza a ver el daño que estas políticas pueden llegar a generar una vez que el sistema se apodera de la mente de los hombres. A pesar de ser una dura crítica a los gobiernos totalitarios, nos deja entrever las falencias de la democracia moderna para defender y contener a las personas en un margen de igualdad.

Por momentos te sentirás parte de esta ola o tal vez sólo esperes su destrucción. Se trata de una película para seguir pensando y reflexionando.


Matías Fernández




Volver a empezar

Después de más de un mes de ausencia de artículos personales en este blog, he decidido retomar mi trabajo con el compromiso planteado desde el principio. Tal vez fue necesario este silencio para observar algunas cuestiones desde otro lugar. El 27 de junio, decía algo así: “Ahí estás, me parece tan simple, te veo tan cerca, se que puedo hacerlo y sin embargo, no”. Estás palabras, confusas, pasaron de ser alegría a ser pesadilla.

Hoy retomo este trabajo. A los que todavía dudan les aseguro que este es el camino, a los que tienen miedo les prometo que lo que esta pasando hoy es algo histórico y a los que desconfían no les puedo decir más que el tiempo nos dará la razón. Las dudas sobran, pero es esa una buena señal.

Matías Fernández