martes, 12 de enero de 2010

Recuperando a Perón

En septiembre de 1973 se realizó en Argelia la IV Conferencia de Países No Alineados. Allí se leyó una carta del general Juan Domingo Perón que alertaba sobre los grandes problemas de la humanidad. El mismo consideraba que “La lucha contra la contaminación del ambiente y la biosfera, el despilfarro de los recursos naturales, el ruido y el hacinamiento de las ciudades y el crecimiento explosivo de la población del Planeta debe iniciarse de inmediato a nivel municipal, nacional e internacional”. El escrito aseguraba que la contaminación ambiental “no es un problema más de la humanidad, es el verdadero problema”.

Para Perón, el modelo devastador de producción mundial que altera desde varias décadas nuestro medio ambiente, era la causa fundamental que llevaría a la hecatombe mundial. La solución sería una “revolución mental en los hombres, especialmente de los dirigentes de los países más altamente industrializados” para poder efectuar una modificación en las estructuras sociales y productivas que den origen a una convivencia biológica entre la humanidad y el resto de la naturaleza.
A pesar de lo innovador y pujante del mensaje de Perón, la causa ambiental, es un asunto pendiente del peronismo.
El modelo Neoliberal de los 90, comandado por el pseudoperonista Carlos Menem, terminó de llevar a nuestro país al fondo del tercer mundo, facilitando la producción de las industrias contaminantes.
En los últimos tiempos, el auge del modelo sojero llevó al desmonté irracional y al agotamiento de miles de hectáreas en todo el país. Pero el problema más grande de esta producción resulta ser el uso de agro tóxicos, sin los cuales la producción no sería tan redituable como lo es en estos momentos.
Cuando Nestor Kirchner llegó a la presidencia la situación era caótica. La tasa de desempleo era alta y la pobreza abundaba. La necesidad de recuperación económica no permitió ver el daño ambiental que comenzaba a causar el modelo sojero en crecimiento. De a poco las condiciones empezaron a cambiar y llegamos a un panorama muy distinto.
La Diputada Nacional por el Frente Para la Victoria, Julia Perié, está trabajando en un proyecto para la prohibición de la “aplicación del herbicida Roundup, que incorpora en su formula química al “Glifosato”. Este producto, clave en la producción sojera, es el responsable de la intoxicación de cientos de pueblos en el interior del país. El conflicto con el campo puso en jake al gobierno nacional pero no discutió los daños ambientales generados por esta industria.
Este simple hecho nos demuestra que estamos nuevamente en el camino de la Revolución Justicialista. Solucionar el problema de la contaminación es una deuda pendiente del peronismo con su pueblo, que con la profundización de este modelo de país, puede ser alcanzado.

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